Gracias por ser mi amigo, ahora y siempre

Gracias por ser mi amigo, ahora y siempre

Querido amigo,

Es difícil poner en palabras lo que siento al escribirte hoy, sabiendo que nuestros caminos pronto tomarán direcciones distintas. La vida nos lleva por rutas inesperadas, pero no quiero que esta despedida sea solo un adiós; quiero que sea un homenaje a todo lo que compartimos, a las risas y a esos silencios que solo dos amigos verdaderos pueden entender.

Fuiste mi refugio en días grises, la voz que me alentaba cuando mis fuerzas flaqueaban. En ti encontré una amistad genuina, de esas que no piden nada a cambio, que solo ofrecen consuelo, compañía y la certeza de que nunca estamos solos. Por eso, aunque la distancia pueda interponerse, quiero que sepas que siempre llevaré nuestra amistad en mi corazón, como una llama que no se apaga.

Eres la estrella que guía,
el puerto seguro en la tormenta,
un amigo que siempre ilumina,
aunque el tiempo nos separe.

No importa dónde estés ni cuánto pase el tiempo; siempre te recordaré con el cariño de quien ha encontrado en otro ser humano una hermandad sincera y profunda. Esta despedida no borra nada de lo que vivimos. Al contrario, fortalece cada momento compartido, cada palabra dicha y cada abrazo sincero.

Gracias por ser mi amigo, ahora y siempre. Que la vida te brinde alegrías, que encuentres la paz y la felicidad que mereces, y que recuerdes que, en algún rincón del mundo, alguien te piensa con gratitud y afecto. Aquí estaré, siempre dispuesto a escucharte, a recordarte y a apoyarte, aunque sea desde la distancia.

Con cariño eterno,
tu amigo que nunca se despide del todo.

© Shoshan


Recibe las cartas por email

Suscríbete y recibe las últimas cartas en tu correo electrónico.