Hoy escribo estas palabras como un acto de renovación, como una promesa a mí mismo/a de que, a pesar de lo vivido, aún tengo la fuerza para comenzar de nuevo. Este es mi momento, un nuevo capítulo que nace desde la esperanza, desde el amor propio y la convicción de que cada final trae consigo la oportunidad de renacer.
A lo largo del camino he aprendido que no todas las batallas dejan cicatrices visibles, y que algunas heridas tardan más en sanar. Sin embargo, también sé que dentro de mí hay una luz que sigue brillando, una llama de esperanza que, aunque tenue en ciertos momentos, nunca se ha apagado. Hoy decido nutrir esa luz, avanzar sin mirar atrás, y caminar con la certeza de que este nuevo comienzo será mi mejor historia.
Como el amanecer que borra la noche,
me levanto con el corazón renovado,
y cada paso es un latido de esperanza,
una promesa de paz,
una puerta hacia lo que puedo ser.
No temo a lo desconocido, porque llevo conmigo las lecciones de lo vivido, y sé que cada experiencia, buena o mala, me ha preparado para este momento. Hoy elijo el amor, la paz y la alegría como mis nuevos compañeros de viaje, y dejo atrás aquello que ya no me sirve, que ya no suma a mi vida.
Este es mi nuevo comienzo. Respiro profundo y siento cómo la esperanza se arraiga en mi corazón, como una semilla que promete florecer. Sé que habrá desafíos, que el camino no siempre será fácil, pero con cada paso reafirmo mi deseo de avanzar, de construir algo hermoso, algo que refleje todo lo que he soñado y merezco.
Con gratitud hacia el pasado y esperanza en el futuro,
yo, que he decidido renacer.
© Shoshan